Se considera a la madera, uno de los materiales más apreciados en la elaboración de todo tipo de mobiliario, y aún de casas. Su gran valor estriba en que bien trabajada se torna duradera y resistente, además de que por ser natural promueve un entorno en que la belleza de su color y tonalidades es muy apreciada en la decoración de los ambientes.  Los muebles y cualquier objeto de madera que poseamos para mantener su belleza y ser durable debe recibir ciertos cuidados.

Cuando nos decidimos por la madera, debemos tener en cuenta, que al disponerla si son muebles, debemos cuidar de la madera,  de que no se expongan demasiado al sol porque pierden su color y se deterioran rápidamente, aún más si los exponemos a la humedad.  Siempre hay que aplicar una capa de cobertura para protegerla aún cuando no la pongamos mucho al sol, mejor es prevenir que lamentar.

La polilla es uno de los mayores enemigos de la madera, situándose en algunas zonas de la misma y reproduciendo de tal manera que pueden arruinar todo un mueble en poco tiempo. Para ello es indispensable que cuidar la madera de nuestros muebles, sea desde antes de que aparezca el problema, por eso al comprarlos podemos aplicar una capa de antipolilla con un pincel.  Si la polilla ha hecho estragos, reparamos la madera aplicando pasta para madera llenando los agujeros y lijando para luego aplicar una capa de pintura o barniz del mismo color de la madera.

No mantengamos los muebles de madera cerca de fuentes de humedad, porque los hongos podrían hacer de las suyas y siempre como insistimos es mejor prevenir por lo que podemos aplicar cada vez que los limpiamos un limpiador que tenga cualidad de antihongos, y nuestros muebles estarán protegidos por largo tiempo luciendo tan bien como el primer día.